Sin color, sin partido… Pero con bandera

El hilo de la inconformidad nueva vez se escabulle y amarra mis torrentes neuronales. Me viene a recordar la triste realidad de un país al cual no le quedan ánimos de trabajar para mejorar, un país que a gritos nos hecha de sus tierras decepcionado por siquiera poder satisfacer el hambre de sus hijos.

¿Será acaso correcto que la única ruta de escape que quede disponible para los que no aguantamos mas sea la de invadir otras playas? O es que el patriotismo consiste en poner la otra mejilla cuando el burlón sistema nos golpea. ¿No es indigno seguir riendo con los bufones que manejan los impuestos que pagamos, aquellos que crean y violan las leyes?

No han sido suficientes las letras, las voces, las señas, las plegarias, las canciones, las lagrimas, los gritos y toda una interminable fila de expresiones para decir ¡YA BASTA!

¿Ya no son suficientes las preguntas sin respuesta, las promesas sin efecto? ¿Cuándo será que mas de dos vociferaran a todo pulmón “PATRIA O MUERTE”?

¿Cuándo alguien se tomara la libertad de buscar el significado de la palabra democracia y saber que esta es el gobierno del pueblo y para el pueblo?... O peor aun, cuando nos daremos cuenta que hemos y estamos viviendo un ficticio sistema político democrático adornado por unas míseras tarjetas de solidaridad que solo sirven para algunos 20 o 25 viajes en el metro.

Creo que cuando logremos como pueblo en satisfacer nuestro cerebro antes que el estomago empezaremos a progresar, Mientras tanto… ME VOY.