14 de septiembre de 2015

Que cosa, Enrique!!!!...

Y ahora que? ... Como vamos a reponer "La Cosa" otra vez? Como nos vamos a poder cagar de la risa si no puedo contarte que cuando escuche que te moriste te llame para saber si era verdad? Y del susto colgué y te lloré, y aun lo sigo haciendo. 

Ya solo me queda un papá y eso me da miedo. Me da miedo por que el dolor que siento es abismal, muy solitario, como tu erróneamente pensabas que estabas. Hacía un tiempo no nos poníamos al día, pero siempre te llamaba para saber de ti y hace poco te di un abrazo y percibí tu amor, junto a ese olor característico de tu perfume mezclado a cigarro. 

No se por que lloro, si tengo la satisfacción de haberte demostrado mi profundo cariño hacia ti, mi respeto y mi agradecimiento. Y aunque nunca estuve de acuerdo con tus hábitos, nunca te juzgue y cuando te daba una bola a tu casa te preguntaba si querías refresco. Me respetaste y sin importar lo tanto que hiciste por mi nunca, jamás me exigiste nada, nunca me reclamaste, tu tampoco me juzgaste a mi, nunca me jodiste ni yo a ti, por eso te ame y te amo, por ese abrazo y ese beso de padre que siempre recibía de ti. 

Para mi estabas mas vivo que nunca, siempre hablábamos de proyectos y siempre quisimos estar juntos. La forma en que hablabas de mi aun me honra y quiero que sepas que mi mejor homenaje a tu vida y tus enseñanzas será evocarte en ese específico instante, en el que el miedo me paraliza y casi me mata antes de salir a escena. 

Nunca olvidare cuando perdí el control de mis emociones ensayando "La Cosa" en La Ravelo y lleno de furia y pena me escondí en el camerino a llorar desconsoladamente, tu corriste a donde estaba y te tiraste conmigo al suelo, me abrazaste y lloraste conmigo, sin preguntas, solo llorando. Tu compañía fue demasiado importante. 

Ojalá poder decirte todo esto en el balcón de tu taller allá en la Rómulo mientras te fumabas un cigarro hablando pleberias. Pero toca decírtelo aquí, en este papel, que dejare en tu ataúd por si te antoja revivir tengas con que entretenerte en lo que te sacamos. También te dejo la Pepsi de dieta que tanto te gustaba y una foto de nosotros cuando hicimos "La Cosa", para que no me olvides. Te dejaría cigarros, pero no me gusta que fumes... 

Queda pendiente el vodka con Aleja y Henry... Ojalá en el cielo se pueda beber y decir malas palabras. Estoy seguro que se puede hacer teatro y de que allá tu visión es 20-20. 

Dedico mi vida teatral a ti, querido padre. Cada aplauso que reciba sobre las tablas me recordara a ti y a Gael le contare que el existe por que gracias a ti coincidí con su madre en tiempo y espacio.  Te recordaré, por siempre. 

Chao, Enrique. 

APAGÓN. 

4 comentarios:

Gina Guerra dijo...

Qué hermosas palabras. Tienes un corazón maravilloso. Estoy segura que desde el cielo, Enrique guiará tus pasos y tu corazón!!

Marcela Montilla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marcela Montilla dijo...


Sin duda tienes un gran corazón, no se ni como te cabe en el pecho, excelentes palabras, personas como tu los ángeles como Enrique los protegen siempre.

Marcela Montilla dijo...


Sin duda tienes un gran corazón, no se ni como te cabe en el pecho, excelentes palabras, personas como tu los ángeles como Enrique los protegen siempre.