8 de junio de 2007

Inolvidable



Cuando los deseos de un mortal se convierten en pasajes de gloria, la cúspide de la cordura se pierde y el sentimiento mas puro evoca su olor (Teksukhan)… Raeldo Lopez_

Inolvidable vives en mi mente, aun sin haberte poseído siento que me perteneces. Al momento de no pensarte no me fluye la vida. Por el contrario, cuando me acompañas en cada paso que doy y en cada huella que dejo tatuada en el pedregoso y trivial camino de la vida, me siento vivo, tanto así que hasta eterno e intocable.

Te siento a mi lado cuando me traslado, cuando me encasillo y hasta cuando duermo, eres todo lo que un yo podría buscar, soñar, anhelar y desear…

Por un regalo de Dios enviado a través de tus labios y por una caricia tuya depositada en mí, patrocinada esta por Ángeles divinos, lacayos del creador de la nada y el todo, seria el hombre mas feliz de entre los mortales….

No seria de gran pesar entregarte todo por lo que he luchado y luchare, lo que fui, lo que soy y lo que seré, por el contrario, te lo ofrezco todo en una bandeja de oro bañada en lágrimas de Ángeles, para denotar el puro y blanco sentimiento de tal acción.

Con un inverosímil miedo ya vivido de fracaso no he tenido la suficiente hombría de enfrentarme a mis miedos y expresarte todo lo k por ti siento, lo que te prometo y lo que te propongo, al fin y al cabo en este universo plagado de Don Juanés, no faltan sentimentalismos, promesas y proposiciones, pero estas mías van y vienes acompañadas de algo muy poco frecuente, sinceridad.

Solo dos personas saben si para mi parte esto es correspondido, el todo poderoso y tú. Si no lo soy, también solo dos personas pueden sembrar esta semilla en tu corazón, Dios y yo.

Aquí a la espera de que un pequeñito ángel desnudo, armado con arco y flecha, se apiade de mi causa y se vuelva mi cómplice, y atraviese tu corazón con su flecha, haciéndote sentir un dulce dolor, similar al de una estaca que aunque quiere no hiere…

Si es que este divino juego no ha sucedido ya, y la inverosímil fobia también te invadió...

(…)

1 comentario:

Anónimo dijo...
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